domingo, 4 de diciembre de 2011


hoy me propuse arrancar todas las rosas del jardín
arrancarlas de raíz, que mis manos derritan su color
vaciar el jardín, de raíz, que quede liso y llano como mi cuerpo

me propuse prender fuego todos los pinos,
fuego controlado, controlado fuego,
sobrepasar la inmensidad de la naturaleza,

me propuse también aplastar las hormigas,
taparles el camino, que con tanto esmero construyeron
llenar de arroz partido el hormiguero
para que dejen su carga
,sus hojas finamente cortadas,
sabias hormigas,
llevándose todo el arroz
y que las crias mueran
por que el arroz no les sirve de alimento

entonces,
en ese instante que siento mi grandeza
el monopolio absoluto
desbordo de poder
y me incinero

muero incinerada, por ella
por mi
por mi cuerpo, ahora liso
del color de los pétalos,
lisos
arrancados,
se vengan
las hormigas
sobre mi
cuerpo desnudo
sobre espinas
del color del fuego
fundiéndome finalmente
entera, incinerada,
con las espinas
clavándome en la tierra

jueves, 24 de noviembre de 2011

viene la serpiente
ciego, sirena

/serpiente/

el caballo lo avisa
viene por nosotros
la lluvia también
pero no lastima

la sirena sí, o serpiente según el ciego

te chupa, te vacía de sangre
para luego devorarte

sin remordimiento alguno
ella dueña de tu materia
cuerpo flácido, caliente
en vías de ser un vidrio
con muchas vetas por
remendar
miras sin ver, manchada de hambre
muerta por ceguera
bastones pisoteados
tus ojos me duelen, la voz,
vos,
tu voz silenciada
por la forma del vaiven del sonar
en mi puerta
no mires mis piernas
no claves tus ojos

no bajes la cabeza, no te
acomodes

//no descanses//

toda la humanidad
retratada en tus ojos
te rodeo, por la cintura
te giro y doblo en vos
veo tus lados, todos tus colores
todos para mi

luchan en vano, saben que es imposible
volver al inicio

callen y sigan
los colores, todos
todos me pertenecen
ellos buscan la manera de encontrar el goze
se derriten, sabe justo dónde ir
los guía el placer, no pueden fallar

se desplazan suavemente por el fágil terreno,
desconocido terreno
anhelado terreno
se arquean y fragmentan
por momentos parecen desaparecer

la superficie les es familiar, pero ésta
tiene un especial sabor,
                                 exquisito
jamás probado

siguen jugando, los dedos inspeccionando
hasta desaparecer
nuevamente
convirtiéndose en uno vaya a saber qué cuerpo
frágiles
miran a través del vidrio en este día de invierno
tanto invierno que congela
las ideas, los juicios y el sabor

el abrigo que nos aleja, nos
cubre y separa
el abrigo al alcance de pocos
abrigo mental, barrera inventada, nos divide
yo sin cuerpo, ellos que siguen mirando
yo caliente, ellos helados
pero no de frío, sino de hielo

me derrito, sangro y me derrito
un poco por ellos, otro por la incongruencia del vestir

el vidrio se empaña,
la más pequeña murió